jueves, 16 de junio de 2011

De Madrugada...


De madrugada...
Llueve, el viento trae el agua como una fina capa que cala hasta los huesos, y casi sin darte cuenta.Cuando el viento cesa, se toma un respiro… parece que apenas llueve, no notas que te mojas, y puedes andar con paso reposado, como si de un apacible paseo se tratara, pero cuando arrecia después de una tregua, al agua lejos de caer del cielo, parece surgir del suelo, de cada rincón y vericueto de las calles, de los edificios, que lejos de protegerte rebotan el agua, multiplicándose, dando la sensación de que el mar esta cayendo del cielo.-
Son las 4:30 de la madrugada, no he podido resistir mucho en la orilla de la playa, ha sido un paseo corto, sin poder disfrutarlo ni tiempo para pensar, y hasta el mar parece enfadado esta noche, besa la orilla gruñendo, rompiendo las olas como si quisiera que me fuera, no me dejara estar con el, hoy que es mi ultima esperanza… mi confidente, mi refugio, tanbien me rechaza.-
Me encamino despacio, sin prisas por el paseo de Ondarreta, los árboles ceden ante el viento, y sus copas se mecen burlonas, desprendiendo agua a mi paso, se balancean como en un baile, cuya música es el viento, y yo... su único espectador.-
Me ven alejarme con paso cansado, derrotado en mis pesares y sumido en mis pensamientos, arrastrando mi soledad… esa soledad que a veces, pienso que encontró el lugar perfecto para morar, y no me abandonara ya nunca más.-
El dolor de cabeza no se pasa, y mis pensamientos son rápidos, encadenaos, haciendo una mezcla de problemas y soluciones que se, que no podrán ser, jamás son las cosas como uno espera…por que la solución a los problemas esta en nuestra buena intención de solventarlos, pero no en nuestras manos poder hacerlo.-
Me paro un momento, ya no hay prisa, la ropa esta empapada, y corre el agua por mi cara y mi pelo, mis manos sienten la fría humedad a través de la tela de los bolsillos, pero me vuelvo para mirar el mar, parece que en la oscuridad de la noche… es un pozo siniestro, que da miedo oír su sonido, donde apenas se va una estala blanca a lo lejos…y desaparece.-
No es una buena noche para pasear, ni siquiera para pensar… hoy desearía abrazarme y quedar tendido, con los ojos cerrados, sin preocuparme de que mañana amanezca, sentir una mano en mi pelo, y al calor de una caricia en mi cara…y así, con la serenidad de un niño… dormir feliz, al menos por una noche… una sola noche, ser feliz.-
Llueve, las calles mojas y tristes, esperan el amanecer… y yo tengo miedo que de llegue un día más.-

Endika.

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